La zurda de Sosita, y el festejo a lo Nacional

Corría la temporada futbolística 98-99 y la Locura Nacional estaba instalada.
El bolso cumplía 100 años (de verdad, ejem, ejem) y hasta lo festejaba con el PSV holandés en el Centenario, partido que fui junto al gran Marcelo Olivera (co-protagonista de este post, ya veremos por qué), y Nicolás Vallejos entre otros.
Ruben Sosa la rompía, y se convertía en el gran ídolo de por aquel entonces.

Sosita en el partido de los 100 años de Nacional

Bueno, el tema es que con tanta algarabía, y con motivo de horas libres del Liceo 26, se arma un fubolanga en la cancha del liceo, partido clásico, aurinegros para un lado, bolsilludos para otro. Gran ocasión de hacer migas con gente que uno no conocía, pero con el rodar de la pelota a veces se rompen más hielos que con 20 cervezas.

Chelito, nombrado Zurdo di Oro por la excelsa publicación la Galleta de Lospor, compartía cuadro conmigo naturalmente, y así fue que mientras el partido fue partido (sucede que llega un momento que el famoso 'entra uno pa cada lado' genera un caos similar al de MVD Shopping con descuento del 18,03% más descuento de Oca) hacíamos de las nuestras y nos divertimos de lo lindo.

Ese partidito (ganamos como 10-6) quedó grabado por un instante mágico, en el cual el Cosmos de Pelé quedó alineado de tal manera que hasta las adscriptas saben de la Leyenda del golazo de Sosita. 

En el lateral izquierdo de nuestro ataque se produce un "Obol", o saque de banda para los más puristas, y es Marcelo quien me pasa la pelota, recibo sobre la medialuna, y al preveer el férreo marcaje (laburaba en AFE lo que pasa) de un rival, me escapo y con la pelota picando como conejo que lo están cagando a balazos, (fineza de La Perdiz, para los entendidos), saco no un latigazo, y menos aún un cintazo sino un 'tate quieta Jabulani con la pierna zurda para la incredulidad y estupor de "todas aquellas blancas palomitas" que veían tras los cristales de los salones de los 3 pisos del Liceo conformando una auténtica Bombonera.

La pelota, entonces, sale como misil tierra-aire (gracias GoogleMaps) y su destino inexorable hace aún más estéril la estirada del arquero de ese día. Gol.

Gooooooolllll!!!!! Golazooooo de Sosita, pero si es Sosita, no me vengan a decir que es Hugo, esa zurda mágica sólo puede ser del Principito carajo, Uruguay así te quiero!!!!!

Relato de Carlos Muñoz con los últimos atisbos de cuerda vocal que le iban quedando... (archivo: memoria del pueblo uruguayo)

La locura nacional en su máxima expresión, El Hugo sale desaforado, con su forlanesco torso al aire y con la camiseta en su mano, como los festejos de Sosita, buscando en su mirada a todo ese pueblo bolsilludo que gozaba con una obra de arte de sus hijos pródigos, dicen incluso que de tanto éxtasis visual se generó una ola de consultas por Cataratas ya que muchos habían afirmado "haberlo visto todo", muchos dicen haber estado ahí, de sólo escuchar el relato (repetido hasta el hartazgo por las cadenas internacionales) a Ricardo Alarcón se le eriza la piel hasta el día de hoy.

La Cultura Nacional, nació en el Liceo 26

Allí nació la Cultura Nacional, dos productos genuinos de la cantera, con buenas notas, clavaban al tradicional rival y como festejo llovían los libros desde las ventanas del Liceo 26, dando idea así al logo de dicha movida.

Luego el partido seguiría, el Nacional liceal ganó como siempre, pero jamás de los jamases se vio una genialidad tan bien ejecutada, tan pulcramente concebida, tan cerca de la perfección. Y tan pelotuda como pa escribirla jeje!!!